Del obispo de Burgos

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Pubblicato

2010

Lingua

Espanol

Pagine

16

Info

16 Pagine

ISBN

978-84-9897-832-2

Hauptbeschreibung

Del obispo de Burgos es una biografía Alfonso de Cartagena, escrita por Hernando del Pulgar. También conocido como Alfonso de Burgos, fue un importante eclesiástico, diplomático y escritor español del siglo XV. Nacido en 1384 en la ciudad de Burgos, era hijo de un converso judío, Pablo de Santa María, quien se convirtió al cristianismo y posteriormente se convirtió en obispo de Cartagena y Burgos.
Alfonso de Cartagena fue educado en un ambiente académico y religioso muy influenciado por su padre. Estudió derecho canónico y teología en la Universidad de Salamanca, y posteriormente siguió los pasos de su padre en la carrera eclesiástica.
Fue nombrado obispo de Burgos en 1425, cargo que ocupó hasta su muerte en 1456. Durante su obispado, tuvo una notable participación en la política y diplomacia de la época. Participó en los concilios de Basilea y Florencia, y fue embajador de Juan II de Castilla en varias misiones diplomáticas.
Como escritor, Alfonso de Cartagena dejó una considerable obra en latín y castellano que abarca temas teológicos, filosóficos, históricos y políticos. Entre sus obras más conocidas se encuentra el Defensorium Unitatis Christianae, en el que defendía la conversión de los judíos al cristianismo, y la Historia de las dos Tablas de la Ley y de la Caballería, en la que defendía la nobleza de los conversos.
Alfonso de Cartagena es recordado como una figura prominente de la Iglesia y la cultura de su tiempo, y su legado perdura en sus escritos y su participación en los importantes eventos eclesiásticos y diplomáticos del siglo XV en España.

Informazioni sull'autore

Hernando del Pulgar nació hacia 1435 y murió hacia 1493. No hay acuerdo sobre el lugar; algunos sostienen que fue Madrid o Toledo, y otros Pulgar. Se educó en la corte de Juan II de Castilla y estuvo en la de su sucesor Enrique IV. Éste le nombró secretario real, cargo en el que continuó con su hermana, Isabel la Católica, y al que agregó el de consejero de Estado. Una disputa con Torquemada, por su defensa de los judíos conversos que practicaban el judaísmo a escondidas, lo relegó a convertirse en un mero cronista de la monarquía española.